Con el taller de coevaluación he aprendido mucho: diferentes formas de enfocar la clase; trabajar con alumnos de educación especial, posibles herramientas para utilizar en el aula...
No por hacer más sofisticado el proyecto es mejor, o aprenden más los alumnos. A veces de la idea más sencilla surge el mejor camino para que nuestros chicos aprendan.
Por supuesto, voy a tener en cuenta las aportaciones que me han hecho mis compañeras en cuanto a mi proyecto se refiere, ya que son sugerencias muy buenas.
A medida que ha ido avanzando el curso me he dado cuenta que este es el camino. Tenemos que ser capaces de darle la vuelta a la clase, que nuestros alumnos aprendan por si mismos, y nosotros, los profesores, ser sus guías, su referente para que, cuando salgan del centro, tengan las herramientas necesarias para construir su propia aventura en la vida.
Me he propuesto hacer una pequeña presentación de todo lo que he aprendido en este curso y exponerla a mis compañeros. Quiero demostrarles que una enseñanza participativa mejora el aprendizaje.
Por mi parte el próximo curso intentaré planificar e implantar un proyecto flipped y si alguno de mis compañeros quiere, lo haremos juntos.
Como dijo Albert Einstein: Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
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